Hoy la constitución de 1812, La Pepa, cumple 200 años y para celebrarlo tenía que plasmar en mi blog una reflexión que esta mañana he escuchado en la radio mientras desayunaba. Espero que lo disfrutéis:
Han pasado dos siglos pero ahí seguimos, con la letra, pero sobretodo con el espíritu.
-Todos los españoles tienen libertad de escribir, imprimir y publicar sus ideas política.
-En todos los pueblos de la monarquía se establecerán escuelas de primeras letras donde se les enseñará a los niños a leer, escribir y contar.
- Son españoles todos los hombres libres nacidos y avecindados en España y los hijos de estos.
-Ni las cortes, ni el rey, podrán ejercer en ningún caso las funciones judiciales, avocar causas pendientes, ni mandar abrir los juicios vencidos…
Estos son solo fragmentos de cuatro de los trescientos ochenta y cuatro artículos de la constitución de Cádiz, de La Pepa, aprobada un día como hoy en 1812. Una puesta que marcó un antes y un después, con la teorización de las libertades, muchas de las libertades que hoy todavía y por mucho tiempo, seguimos disfrutando.
Así que esta mañana les hablamos desde Cádiz, y estamos contentos porque en mitad de tanta crisis, de tantos problemas, de tanta penuria y a veces de tanta pelea inútil, hoy miramos hacia atrás con orgullo y recordamos que este país es muy capaz, ya lo fue hace 200 años, de subirse al tren de la historia.
En plena guerra de la independencia se constituyó el texto más avanzado de su época, la Pepa. Esta constitución fue la primera constitución española y la tercera del mundo después de la de EE.UU.(1787) y la Francesa (1789). Tuvo gran influencia en todo el mundo ya que fue considerada un símbolo de libertad.
¿Por qué tuvo tanta influencia?
Porque a lo largo de los 384 artículos se establecían derechos que, ahora nos pueden parecer básicos: “Todos somos iguales ante la ley”, en aquella época provocaron una revolución. Sin embargo, el texto proclamaba a España como Estado confesional, no reconociendo la libertad religiosa ni los derechos de las mujeres.
Porque a lo largo de los 384 artículos se establecían derechos que, ahora nos pueden parecer básicos: “Todos somos iguales ante la ley”, en aquella época provocaron una revolución. Sin embargo, el texto proclamaba a España como Estado confesional, no reconociendo la libertad religiosa ni los derechos de las mujeres.
Aunque oficialmente solo estuvo en vigencia dos años (hasta el 19 de marzo de 1814 con la llegada de Fernando VII), posteriormente estuvo vigente en el Trienio Liberal (1820-1823), así como el breve periodo de la entrada en vigor de la constitución de 1837.
Hoy hace doscientos años que se construyeron los cimientos de la sociedad actual en la que vivimos. Intentamos dejar atrás una sociedad absolutista, aunque no se consiguió del todo por reinados como el de Fernando VII por ejemplo, pero que poco a poco dejamos atrás. Pasamos a ser ciudadanos, con unos derechos y unas obligaciones. Fue el paso del Antiguo al Nuevo régimen.
Un saludo, Itziar.
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