jueves, 7 de mayo de 2015

El legado del "AGENTE NARANJA"

El pasado jueves 30 de abril, se cumplían 40 años de la caída de Saigón. Este hecho supuso el fin de la guerra de Vietnam y el inicio de un período de transición que conduciría a la reunificación del país, al año siguiente. Pasadas cuatro décadas, aún hay ciudadanos de Vietnam que sufren los efectos del uso del llamado agente naranja, el defoliante con el que EEUU trató de ganar, con el que roció ciudades enteras.
Sus efectos, hoy visibles, son deformaciones severas, daños cerebrales y físicos, defectos congénitos, multitud de tipos de cánceres diferentes... La mayoría de las víctimas son veteranos de guerra y sus descendientes. Se calcula que Washington lanzó millones de litros de este agente en las selvas vietnamitas para exponer a lasBtropas comunistas del norte. Este agente es de gran toxicidad por su alto contenido de dioxina y arrasó millones de hectáreas, tanto de bosques como de cultivos, alcanzando a 30.000 núcleos habitados.

Tanto Cruz Roja como Unicef mantienen programas de ayuda, porque es indispensable asistir en lo sanitario y en lo social a familias en las que sus miembros van muriendo rápidamente o nacen incluso ancladas a una cama por una deficiencia física o psíquica.

El fotógrafo de Reuters Damir Sagolj ha viajado a la zona para conocer a las personas afectadas, cuatro décadas después.



sábado, 25 de abril de 2015

GLIFOSATO, otra vez bajo sospecha.

La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, que trabaja para la OMS ha clasificado el glifosato como “probable cancerígeno para humanos”. Este producto químico es el herbicida que más se utiliza ahora en el mundo para erradicar las malas hierbas en los cultivos agrícolas de carácter intensivo.
El pasado 20 de marzo, un grupo de expertos internacionales convocados por esta agencia revisó los cinco productos químicos agrícolas que pertenecen al grupo de los “organofosforados” y éste es el resultado: dos de los pesticidas ( tetraclorvinfos y paratión) fueron calificados como "posiblemente cancerígeno para los seres humanos", o en la categoría 2B. Y en otros tres casos (malatión, diazinón y el glifosato) se subió a la categoría 2A, es decir, fueron clasificados como "probablemente cancerígeno para los seres humanos".
Este estudio ha sido analizado en profundidad en la revista “Nature” y ha provocado una fuerte reacción en contra por parte de las empresas que fabrican estos tipos de herbicidas. En concreto, la multinacional Monsanto, la principal fabricante del glifosato a escala mundial, ha emitido un comunicado en el descalifica el proceso de análisis realizado por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer y ha argumentado que este organismo también clasificó en la categoría 2A profesiones como “peluquero” o “cocinero que fríe a altas temperaturas”.
Mi conclusión









Riesgo cardiovascular por alto consumo de Ibuprofeno

La Agencia Española de medicamentos y productos Sanitarios (AEMPS) ha emitido recientemente una alerta del riesgo cardiovascular por el consumo de altas dosis de ibuprofeno y dexibuprofeno, después de que el Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia europeo (PRAC) haya finalizado la revisión acerca del riesgo cardiovascular asociado a la administración por vía sistémica de este fármaco. Ante esta revisión, Sanidad ha recomendado a los médicos no administrar dosis altas de ibuprofeno o dexibuprofeno a pacientes con patología cardiovascular grave. 

El ibuprofeno es un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) autorizado para el tratamiento de procesos dolorosos de intensidad leve y moderada, tratamiento de la fiebre y el tratamiento sintomático de procesos reumáticos e inflamatorios. Actúa mediante la inhibición no selectiva de la ciclooxigenasa (COX), reduciendo la síntesis de prostaglandinas. Dexibuprofeno, por su parte, es el enantiómero activo de ibuprofeno y sus usos son equiparables, aunque ambos no son equipotentes.


Los datos procedentes de ensayos clínicos, estudios observacionales y metaanálisis confirman que la administración de dosis altas de ibuprofeno (iguales o mayores a 2.400 mg/día) se asocian con un mayor riesgo de trombosis arterial, siendo este riesgo equiparable al de los inhibidores de la COX-2 a dosis estándar, señala la AEMPS.


Al igual que con todos los antiinflamatorios no esteroideos, Sanidad recuerda que se debe utilizar la dosis más baja posible durante el menor tiempo posible que permita controlar los síntomas de acuerdo con el objetivo terapéutico establecido. En el caso de utilizar dexibuprofeno, se recuerda que la dosis equivale a la mitad de la dosis de ibuprofeno.

El informe puntualiza que la información disponible no sugiere que dosis de ibuprofeno de hasta 1.200 mg/día, que son las generalmente utilizadas en su uso como analgésico/antiinflamatorio ocasional o antitérmico, se asocien a un incremento de riesgo cardiovascular.



sábado, 3 de enero de 2015

Creación de un papel que se puede reescribir

La cantidad de tinta y papel que empleamos cada día supone muchas veces un despilfarro tanto económico como ecológico. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de California en Riverside (EEUU) ha conseguido crear un tipo de papel, una lámina en la que se puede escribir varias veces, lo que ayudaría a ahorrar tanto en tinta como en papel.

Este original papel, en el que se puede escribir mediante colorantes redox (habituales en laboratorios) y luz ultravioleta, puede quedarse en blanco para un uso posterior simplemente calentando el material. Este proceso de “hoja en blanco” puede realizarse hasta 20 veces con la misma lámina de papel.


La impresión se consigue colocando el papel tintado (en azul, rojo o verde) sobre una placa en la que está escrito un texto patrón; luego, se aplica luz ultravioleta que decolora todo el colorante del papel exceptuando las zonas formadas por imágenes o por texto. Luego, para su reutilización, el proceso es tan simple como calentar el sustrato (si se hace a 115ºC tarda solo 10 minutos), ya que el calor provoca una reacción de oxidación con el oxígeno del ambiente y el material vuelve a su color original.

Las letras impresas permanecen legibles en alta resolución en condiciones ambientales durante unos tres días, un tiempo suficiente para aplicaciones prácticas como leer un periódico” 

El objetivo de los investigadores, es que esta tecnología se convierta en una alternativa sostenible para el medio ambiente y, para ello, su siguiente meta es lograr que pueda escribirse y borrarse en él hasta 100 veces y que el texto permanezca visible más de tres días.